jueves, 16 de octubre de 2008

Con la Luna iluminando...

(Shakespeare, W. Romeo and Juliet.)

La figura femenina shakespeareana por excelencia (o elección) se refiere al satélite como cosa inconstante, pero tergiversa la "realidad", debido a que la responsable de esta condición resulta ser nuestra percepción, que no logra acapararla en su plenitud la mayoría de las veces, algo que de hecho resulta quimera. Quizá no dependa sólo de ella, pero lo cierto es que la luna sería siempre algo así como lo que se supo ver anoche u hoy por la mañana temprano.

2 Comments:

hormiga said...

A mi la luna me hace imaginar automáticamente al Principito (que para mi, juega en la luna todos los dias). Muchas veces suspiro mirando a la luna. Y muchas veces simplemente la miro por horas. Hace mucho que no me tiro en uno de los banquitos de la terraza a mirar simplemente la luna y las estrellas. Eso es lo unico que me gusta del verano, estar tirada en el banquito de la terraza sin frío, pero con chocolate. Inspirador post, genia!
pd: cuanto mas lindo y poético es el inglés antiguo!

Anónimo said...

No por nada si algo a cerca de lo que la humanidad no se cansa de hablar es de el cielo de noche. Yo descubrí tambien hace un par de años lo sentimentales que pueden llegar a ser las nubes