miércoles, 15 de octubre de 2008

Quiero invitarte a conocer la vida que imaginé

Arriba, aire azul turquí, abajo tierra verde esmeralda. Este paisaje era el que usurpaba sus ojos. Decidida a realizar su primer movimiento, adelanta su pie derecho (por las dudas, no sea cosa que tenga un mal día por cuestiones físicas). Al inhalar, sentía una rejuvenecedora brisa impregnarse en sus adentros, y eso que tenía tan solo 13 años. Pero por cuestiones biográficas, así era. A lo lejos, comienza a escuchar esos ansiados pasos. Baja un poco la cabeza y alisa su vestido. Gira 90 grados y se vislumbra en un gran charco claro. El revoloteo de las alas en la panza comienza a acrecentarse, tal es la velocidad que adquiere, que logra crear un zumbido sórdido y constante.
El ruido comienza a acompañarse de cierta nebulosa imagen, una sombra distante. Pero con el correr de las agujas, la mancha se torna mínimamente perceptible. De forma geoide pasa a masculina.
“¿No? Hey, Julieta, te pregunté algo”, suelta la profesora de Matemática. “¿Sabés o no el valor de Pi?", agrega ante el despiste de la alumna. Se escuchan ruidosas carcajadas de fondo. “No profe. ¡No se olvide que está hablando con la Bovary!” dice un muchachito.
Al escuchar ese apellido, Julieta recupera su mirada y la baja para fijarla en su cuaderno, sonrojada. Y en su cabeza resuena y retumba el apellido de la heroína de Gustave Flaubert. Una vez más, como casi todo el tiempo, había viajado inmóvil. Y lo había inventado, como añoraba, como siempre, como nunca…

2 Comments:

hormiga said...

A veces creo que los viajes soñados dejan en mí la misma huella mnémica que dejan los reales. A veces son tan vívidos y con tanto contenido emocional que me da bronca darme cuenta que es un deseo, un sueño más. Me gustaría que nuestros sueños se chocaran y a partir del encuentro, se agarrasen de la mano y caminaran juntos por la orilla mientras que el sol se desvanece y la luna (blanca y perfectamente redonda) hace frenta a los temores del nuevo camino emprendido. Pero con la seguridad de que estamos caminando sobre ese camino. Sin echarle nuestra suerte al destino, sino buscándolo.

UAV said...

Viajes sin moverse. Viajar y pensar que esta todo bien. Viajar y pensar que esta todo mal. No importa cuanto salga el boleto. La imaginacion nos lleva a donde mas queremos ir. Lastima que sea por tan poco tiempo. Claribel, me saco la piel de gallo nuevamente.

BESOS GRANDES Y MUCHOS